¡Buenos días chic@s!
Hace unos meses os contaba la despedida de soltera que pasé en el precioso chalet de Almuñécar. Pues bien, llegó ¡el día de la boda! Ha sido en Ronda, en el Hotel Catalonia Reina Victoria, un lugar perfecto para este tipo de celebraciones, ahora veréis el por qué.
Lo pasamos en grande y los novios disfrutaron muchísimo. Fue muy emocionante para mí ver a mi prima vestida de novia, iba preciosa, todavía recuerdo cuando jugábamos siendo tan niñas y cantábamos a pleno pulmón escuchando las Destiny´s Child (jaja). Os deja también alguna de grupo, con mi familia 😉
Como os he dicho al principio del post, teníamos unas vistas privilegiadas, caía el atardecer y ahí estábamos todos capturando el momento. Las mesas estaban vestidas como me gustan, todo blanco y algún detallito en plateado, sencillo. En cada mesa había un cartel con una canción, cada vez que sonaba teníamos que levantarnos todos y bailar más o menos coordinados (difícil tema jaja), fue de las cosas más divertidas de la boda 🙂
Y ahora vamos con el look, tenía muchas ganas de un vestido negro y éste, con la banda mostaza a un lado, me pareció original. El toque del bolso, las uñas y los labios buganvilla era para quitarle un poco de seriedad al negro. Y en el pelo, ondas, sin más. Me aguantaron muchísimo y, para mí, es de los peinados más cómodos para bodas en las que quieras llevar la melena al viento 😉
Y hasta aquí la crónica de la boda, pronto tengo otra así que ya os contaré que tal. Espero que os haya gustado y que, como siempre, os pueda inspirar si tenéis algún evento cerca. Nos «vemos» pronto, mil besos.
«Y fueron felices y comieron perdices»
Look:
Vestido, pendientes, bolso: Rental Mode; sandalias: Bershka.
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